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El Hotel Migal revalida su talento culinario con la plata popular en “La Tapa de la Etapa”

Cué (Llanes), 15 de junio de 2025

El Hotel Migal, emblema gastronómico de la Costa Verde, conquistó el Segundo Premio del Público en la primera edición de “La Tapa de la Etapa”, certamen creado para celebrar el centenario de la Vuelta Ciclista a Asturias gracias a la alianza entre la organización de la carrera (@vueltasturias) y la patronal hostelera @otea.


Un bocado que pedalea entre sabores y memoria

La propuesta llanisca sorprendió al jurado popular con un panipuri relleno de pisto, bacalao y queso Idiazabal, coronado con una fina lluvia del lácteo vasco. A su lado, una gilda clásica —boquerón, aceituna y piparra bañados en vinagreta— completaba el juego de texturas y el homenaje: el conjunto rinde tributo al vizcaíno Segundo Barruetabeña, primer vencedor de la ronda asturiana en 1925 y figura que marcó el inicio de un siglo de pasión ciclista en el Principado.

«Queríamos unir el Cantábrico y la huerta asturiana en un formato que se comiera de un par de pedaladas», explican desde la cocina del Migal. «El toque vasco del Idiazabal y la gilda nos permitía honrar al campeón histórico de la carrera».


Horarios para degustar la tapa

Fiel a su vocación de compartir la distinción con quienes visiten Cué, el establecimiento servirá la creación todos los jueves, de 12:00 a 14:00 y de 20:00 a 21:00. El formato incluye la tapa y bebida a precio cerrado, manteniendo la filosofía original del concurso: acercar la gastronomía local al público que sigue la Vuelta.


La carrera que impulsa fogones

“La Tapa de la Etapa” nació este año como actividad paralela a las cuatro jornadas de la Vuelta, con el reto de convertir cada bar o restaurante participante en una “meta volante” de sabores. El éxito —más de medio centenar de tapas inscritas y millares de votos populares— ha animado a los promotores a pensar ya en 2026 con nuevas categorías y mayor alcance territorial.

Para el Hotel Migal, la medalla de plata se suma al reciente XXX Premio de Turismo de Llanes y refuerza su posición como parada obligatoria para ciclistas y viajeros gourmet. «Si nuestra casa lleva 55 años asomada al mar, ahora también se asoma al pelotón», concluyen sus gestores.